Últimamente está de moda: reunirnos con amigos y hacer eso que llaman "queja múltiple"; todos nos sentamos a lamentarnos por sucesos recientes en nuestras vidas, a quejarnos sin parar, para sentir lástima de nosotros mismos, de los demás y por el común denominador.
Este invierno, había estado un poco impaciente por la llegada de la nieve, pasó diciembre, terminó el año.. Y nada que doña blanquita llegaba.. Me recomendaron tener paciencia, la tuve y por fin llegó la susodicha. El detalle es que no ha dejado de nevar en 3 días, todo está completamente blanco, todo está completamente cubierto de nieve, y si sales de tu casa, esta no duda en entrar en cualquier orificio libre de tu cuerpo. Hoy de regreso del curso, hice mi primera queja con respecto a la nieve. Me amargué un poco por haberme comido tantos copitos y porque muchos de ellos entraron en mis ojos... Pero, ¿de qué me di cuenta?
Si tanto quería algo, ¿por qué quejarme cuando al final lo tengo? Y no solo con la nieve, así sucede con todo. No me considero quejona, pero cuando uno entra a esta "queja múltiple" no se puede evitar entrar al vicio.
Las personas nos quejamos por todo: por las colas, por el clima, por la comida, por la luz, porque hay, porque no hay, porque somos, porque no somos, porque no estamos, tenemos saldo, no tenemos saldo, dinero, sin dinero, los amigos, el aire, la basura, porque hay mucho que estudiar, porque estamos fastidiados, porque tenemos sueño, por el insomnio... EN FIN, por todo! pare usted de contar.
Si en vez de quejarnos, usáramos ese tiempo en algo más productivo, el mundo sería mejor. Solo tenemos que recordar cuando nos quejemos, que hay personas en peores situaciones y condiciones que nosotros.
Si cada vez que nos quejemos en el día, le damos de comer a un niño hambriento, se acabaría la desnutrición... Así de graves estamos. La vida es muy corta para verla pasar entre quejas y amarguras. Acuérdate, envejecerás más rápido y te saldrán arrugas.
No es que yo sea la persona más optimista del mundo, sé que necesitaré leer esto de vez en cuando. Solo quería compartir esta reflexión de hoy con ustedes.
Como dijo Gandhi: Si quieres cambiar al mundo, primero cambia tu mismo.
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